martes, 18 de mayo de 2021

 

MI BEBÉ ES INTOLERANTE A LA LACTOSA
 ¿TENGO QUE DEJAR LA LACTANCIA MATERNA?





¿Qué es la lactosa?

La lactosa es un carbohidrato presente en la leche de los mamíferos. Cada mamífero tiene una leche específica para el crecimiento de su cría y esto se determina por una composición diferente y adecuada al ritmo y necesidades de crecimiento del pequeño, no es lo mismo un cerdo, que un murciélago. Cuanto más lactosa tiene la leche del mamífero más grande es el cerebro de la cría y más lento y complejo su crecimiento.

La lactosa aporta el 40% de las calorías totales de la leche materna. El segundo lugar lo ocupan las grasas y por último, en menor número, las proteínas.

La lactosa es un disacárido (contiene dos azúcares) cuando llega al intestino del bebé y gracias a la enzima lactasa que trabaja en las tripas la lactosa es desconjuga. La lactosa se transforma en dos azúcares: en glucosa y galactosa. La glucosa da energía, es el azúcar que hace funcionar el cuerpo. La galactosa es necesaria para la actividad de las células cerebrales y ayuda al funcionamiento del sistema nervioso central.

¿Y qué es la lactasa?

La lactasa es una enzima presente en el intestino delgado que se encarga de descomponer la lactosa. La lactasa disminuye del intestino a medida que crecemos (especialmente en ciertas poblaciones), lo que puede originar cierta intolerancia a la lactosa que se ingiere.

¿Intolerancia y alergia es lo mismo?

No, no es lo mismo. Cuando una persona tiene una alergia a un alimento su sistema inmunológico interviene, ya que interpreta que se trata de un invasor, algo de lo que hay que defenderse, y libera histaminas. Aparecen reacciones que pueden ocasionar síntomas como problemas para respirar, opresión de garganta, tos, ronquera, vómitos, dolor de estómago, urticaria, inflamación o disminución de la tensión arterial… si la reacción es grave pueden producirse reacciones que pueden poner en peligro la vida de la persona que ha ingerido el alimento. Por lo que muchos alérgicos deben evitar el consumo e incluso el contacto con los alimentos que desencadenan la reacción alérgica.

Cuando una persona sufre una intolerancia su organismo no puede asimilar correctamente el alimento, lo que se traduce en síntomas como: náuseas, gases, retortijones abdominales, diarrea, irritabilidad… pero estas reacciones no están mediadas por el sistema inmune.

¿Y la alergia a la lactosa?

La alergia a la lactosa no existe, como hemos visto, se trata de una intolerancia. El cuerpo del bebé por diferentes motivos ─que veremos a continuación─ no puede desconjugar (dividir) la lactosa que recibe, lo que le produce molestias intestinales variables. La lactosa forma parte indisoluble de la leche materna, y es absolutamente necesaria para el crecimiento del bebé. No podemos hacer nada para evitar que la leche materna tenga lactosa ya que el contenido de lactosa de la leche materna no se ve muy afectado por la dieta de la madre o el nivel de glucosa en la sangre. La lactosa se fabrica dentro de la glándula mamaria.

Entonces ¿mi bebé es alérgico a la leche materna?

No, no se puede ser alérgico a la leche materna pero puede ser alérgico a algún componente presente en la leche materna. Hay ciertas proteínas de los alimentos que llegan a la leche materna y que pueden causar problemas a los bebés con alergias ya que una pequeña cantidad causa una reacción de su sistema inmune. Cuando se averigua qué alimento produce la alergia, la madre lo puede eliminar de su dieta, evitando así que forme parte de su leche y que su bebé tenga reacciones alérgicas. Se llama dieta de exclusión y dependiendo del grado de alergia del bebé, la dieta será deberá ser más o menos estricta.

Así el bebé recibirá todos los beneficios de la leche materna evitando los alergenos que le perjudican.

¿si mi bebé tiene intolerancia a la lactosa, tengo que suspender la lactancia materna?

No, no es necesario suspender la lactancia materna. La intolerancia primaria a la lactosa es la que se produce de manera habitual a medida que crecemos, y no sucede en recién nacidos, ya que de la leche depende el adecuado crecimiento del bebé.

La intolerancia secundaria se produce a causa de diversas enfermedades o situaciones que hacen que temporalmente no se halle lactasa en el intestino: diarrea, antibióticos… en este caso, una vez el intestino se recupere, se puede volver a ingerir leche. Los bebés que toman leche materna y que sufren una gastroenteritis o tienen diarrea a causa de los antibióticos no deben suspender la lactancia materna pues la leche materna además de lactosa contiene bacterias lácticas que ayudan a la recuperación de la flora intestinal.

 ¡Pero hay bebés que no pueden ingerir leche materna bajo ningún concepto!

Cierto, los bebés que padecen galactosemia no pueden ingerir leche materna, ni ningún tipo de leche que contenga lactosa.

La galactosemia es una enfermedad congénita –se nace con ella y es para toda la vida–, y su origen es genético, es decir, que su origen está en un error en la secuencia del ADN. Se trata de una enfermedad rara; ya que su incidencia es de aproximadamente 1 de cada 50.000 personas.

Puntualizando sobre el tema de la lactosa, cuya intolerancia se debe a falta de la enzima lactasa intestinal, es sabido que su ausencia primaria completa es extremadamente rara. La leche materna primera o sea la que sale cuando se inicia la toma es rica en lactosa. Pero conforme van pasando los minutos disminuye para dejar que suba el contenido de grasa (leche última). Puede ocurrir, sin embargo, que por mala técnica (tomas muy cortas, cambio frecuente de pecho cada 10 minutos, mala posición etc) el niño no logre extraer la leche última. En estos casos, se produce una intolerancia relativa a la lactosa con todos los síntomas (retortijones, llanto, cacas explosivas y abundantes etc). Es frecuente además que la madre tenga mucha producción de leche. Para corregir el problema se debe tratar la causa (tomas de un solo pecho cada vez, extraer la leche primera, corregir la posición etc). Cuando se está frente alguna de estas situaciones lo mejor sería acudir a un profesional actualizado en lactancia materna , asesor en lactancia materna o IBLCE (Asesor internacional de lactancia materna.

Nunca absolutamente nunca destete a su bebé durante un episodio de diarrea ,no se recomiendan destete temporal o total cuando un bebé tiene intolerancia a la lactosa, porque es una intolerancia TEMPORAL que desaparece cuando el bebé mejora de la enfermedad gastrointestinal. Adicionalmente, la OMS (organización Mundial de la Salud) dice en un documento para médicos, lo que deben hacer cuando esto sucede, en su protocolo para tratar diarreas.

Resumen:

 La leche materna SIEMPRE es el mejor alimento para un bebé, pero especialmente cuando está enfermo. La alergia a la leche de vaca, es una condición completamente distinta a la intolerancia a la lactosa. La alergia a la leche de vaca, es alergia a la PROTEÍNA de la leche, es diferente a la intolerancia a la lactosa, que es un AZÚCAR (carbohidrato). Los bebés, cuando son muy pequeños en edad, tienen sus intestinos todavía inmaduros. La pared de los intestinos de los bebés de menos de 6 meses es todavía muy permeable, lo que quiere decir que deja pasar hacia el torrente sanguíneo del bebé los alimentos más fácilmente. Por eso, entre otras cosas, los bebés no están preparados para comer alimentos diferentes a la leche materna antes delos 6 meses de edad, al ser tan permeables sus intestinos, dejan pasar hacia la sangre partículas de alimentos, que también por ser el sistema inmunológico inmaduro aun, empieza a hacer anticuerpos contra esos alimentos, así es como nacen las alergias a los alimentos. La alergia es cuando el sistema inmunológico, que es una maravilla, y que nos protege de los virus y las bacterias, desconoce alguna cosa que le llega y cree que es algo que nos puede dañar y empieza a hacer anticuerpos contra esa cosa, que a veces puede ser polen, o un alimento o una pomada. Cuando una mama come algo, pequeñas partículas de ese alimento pasan a través de la leche a su bebé. A la mayoría de los bebés no les pasa nada, pero algunos bebés sensibles que vienen de familias muy alérgicas, pueden llegar a reaccionar con síntomas de alergia a esas partículas que reciben a través de la leche de su mamá. El principal alérgeno para un bebé es la proteína de la leche de vaca, por eso cuando un bebé está muy llorón, se le recomienda a la mama que deje de tomar leche de vaca, porque la proteína de la leche de vaca, pasa a través de su leche hacia el bebé, y le causa alergia que se traduce en dolor de estómago y malestar. La leche materna en si, nunca causa alergia al bebé, porque tiene los ingredientes que son más afines al bebé. Lo que pudiera llegar a causar alergia serían partículas de alimentos que pasan a través de la leche de la mama, y en ese caso, con ayuda de un alergólogo, se hacen dietas especiales de eliminación. Pero siempre es mejor dar leche materna, la cual podemos “cambiar” dejando de tomar algún alimento si descubrimos que le está causando alergia al bebé, que destetar

http://whqlibdoc.who.int/publications/2005/9241593180.pdf 

http://aappolicy.aappublications.org/cgi/reprint/pediatrics;118/3/1279.pdf

https://www.actapediatrica.com/index.php/secciones/revision/download/1516_72b9d182d8ff89a86d33148aaf2b03d2.

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